Arxiu d'escrits – C.S.

Semáforos por España

Hoy me han propuesto formar parte de un «espacio» de centro-derecha catalanista. Curioso. Ahora bien, académicamente hablando, ha sido un día nefasto. Me he entretenido con temas secundarios aunque importantes y he trabajado poquísimo. Si yo fuera mi jefe, escenificaría el despido en mi cabeza: cogería el (pésimo) trabajo de aquel día, me acercaría al empleado mirándolo desde arriba y le diría unas pocas palabras bien seleccionadas; pero después me acordaría de aquel Sermón de la Montaña de Jesús –que para J. M. de Prada es el discurso más célebre de la historia– y le diriá algo así como «venga, ve a casa y haz las paces con ella». Al día siguiente le caerían horas extras, eso sí.

Todo esto que estoy escribiendo se me ha ocurrido de vuelta a casa. No me quedaba batería y no me he puesto música ni pódcasts; mucho mejor. ¿Por qué debemos estar absorbiendo información constantemente? Me viene a la cabeza el típico yutuber americano fanfarroneando de cuantos audiolibros escucha a la semana mientras levanta pesas con una mano y con la otra ahuyenta azúcar y procesados. En fin, como dice Nicolás Gómez Dávila, «hay ignorancias que enriquecen la mente y conocimientos que la empobrecen».

En este camino de vuelta a casa, silencioso pero agradecido, me he econtrado con un padre y sus dos hijos esperando a que el semáforo tornara verde. No pasaba ningún coche así que he seguido avanzando pese a estar la luz en rojo. Sin embargo, cuando llevaba poco más de un metro de ventaja, el niño ha preguntado al padre: «i aquest noi per què sí que passa?». Y yo he hecho lo que debía: me he parado, he reído internamente y he dado un paso hacia atrás. El padre me ha sonreído y el niño me ha mirado con incredulidad; o tal vez debería decir «mi nuevo hermano», porque nosotros cuatro en fila en una calle vacía esperando a que el semáforo se pusiera en verde sí que parecíamos una familia.

Creo que la semana que viene al final sí que iré a la charla del partido ese y les diré que me uno, bajo una única condición: que nuestro principio rector sea esperar a que el semáforo de peatones se ponga en verde cuando hay niños mirando. Esto sí que construye país.

Thoughts? Leave a comment